Sin proponérselo, sin saberlo siquiera, demostró con su vida la razón de su padre, quien repitió hasta el último aliento que no había nadie con más sentido práctico , ni picapedreros más empecinados ni gerentes más lúcidos y peligrosos que los poetas.
-El amor en tiempos del cólera, pagina 209 - Gabriel García Márquez
incisto no me gusta GGM
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