jueves, 22 de septiembre de 2011

Fresas



Dulces, jugosas y carnosas. Así suelen ser algunas fresas rojas y deseables, tal vez si son en un pastel bañadas en jalea… pero  también tienen eso, que te hace desearlas, fantasear con comer una fresa.

Simplemente son seductoras….  Imaginar la compañía de otro cuerpo a tu costado, con ese fruto tomado delicadamente , bañando en el dulce sabor del chocolate  acercándose lentamente a sus labios.   

Y se produce esa extraña sensación de ver como se encajan los dientes en la carnosidad del fruto pensando en que podrían ser tus labios.

El ver como disfruta el sabor delicado y dulce, te hace desear ser tú a quien saborea lentamente y ese pequeño rastro de chocolate en sus labios te incita a apoderarte de ellos.

Porque las fresas no son solo un fruto, son pasión.  

Y más si viene de la mano, del dulce chocolate amigo de los buenos y malos momentos… Certero y fiel amigo en la seducción.

Entre las fresas, las cerezas y el chocolate, encuentras el fruto prohibido, del erotismo. Inseparable amigo del hombre.

Para el que me ve comer fresas y aun así se queja. 


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